Llegó el Sábado. Es una bendición poder descansar en el Señor. Definitivamente mi día favorito.
Sin embargo, ¿hemos notado que muchas veces el Sábado es el día más estresante para nosotros?
Reuniones familiares, comidas especiales, programas de Iglesia, etc. etc. Y muchas veces nos sentimos culpables de que no hemos pasado un tiempo especial con nuestro Dios, y las personas cercanas que amamos. ¿Cómo hacer para que este Sábado sea diferente?
En la Palabra de Dios encontramos la respuesta en la primera carta de Pedro el capítulo 5 y versículos 6 y 7. “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
Más aun, en la última parte del versículo 5 nos dice: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”
¿Pero qué tiene que ver el realizar todas estas actividades en favor de “Dios y nuestro prójimo en el día del Señor?
Piensa por un momento: si este Sábado dejas de realizar ese programa de Iglesia y lo delegas completamente a otra persona, permites que otros se encarguen de la comida y te concentras en pasar más tiempo a solas con Dios, ¿te sentirías completamente cómodo/a?
Muchas veces estamos tan afanados por cosas “importantes” que dejamos de lado las “realmente importantes”: “recargar nuestras energías al lado de Jesús”.
Hoy te invito a tomarte un tiempo a meditar en 1 Pedro 5:7. Coloca TODA tu ansiedad a los pies de Cristo, humíllate ante el Señor, deja tu soberbia de lado, porque “él tiene cuidado de ti”
Una de las cosas más difíciles para un cristiano es aprender a reconocer que no podemos con todo y rendirnos a los pies del Maestro.
Nuestra oración es que puedas disfrutar a plenitud del día de reposo creado por causa de ti.
Autor: Jeser Ordonez-Calderon